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Señor con sombrero, agradecido a la vida pese a todo lo que le ha tocado vivir. Otra vez solito en la vida ¡Viva Mercedes! ¡Viva Yo! ¡Viva Bimbo, mi fiel amigo! ¡Viva España!.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Los amigos de siempre

Ayer almorcé con los compañeros de colegio (Sagrados Corazones, de la calle Villanueva - Madrid), promoción de mi hermano Emilio. Fue en Jai Alai, propiedad de otro compañero de algún curso anterior. ¡Una auténtica gozada! Buen revuelto de pisto y excelente solomillo, con buen vino. Pero lo genial es que aunque haga muchísimo tiempo que no nos veíamos algunos con algunos otros, parecía que anteayer hubiéramos estado juntos, tomando café o jugando al frontón o al balón-tiro ¡Qué sé yo! Y es que cuando estás tantos años, desde tan pequeño y vas creciendo a la vez, ésos, que al fin y al cabo, fueron tus primeras relaciones sociales, te son tan próximos como tus propios hermanos y aunque, como en esta ocasión, no sean los de tu curso, es igual, porque les estuviste viendo y tratando durante tu niñez, tu pubertad, tu primera juventud.

Entonces, desde el primer instante, al sentarte a la mesa, comentas las cosas de tu vida o de las suyas con la confianza de esa íntima amistad que ta da el paso del tiempo, el haber compartido los primeros juegos. Pues resulta que el que está a tu lado es un neurocirujano, uno de los mejores chicos de la clase, o el de enfrente, aficionado a los toros, como yo mismo, en cuya casa vi la primera corrida de toros televisada y el amigo  cercano de tu hermano, al que sí viste más porque te lo encontrabas en el autobús, que era como cosa suya. Y el gran FAM, asturiano que canta asturianadas y que hacía el papel de profesor francés en una obrita de teatro que ensayamos mucho y no representamos jamás. ¡Y son tantos recuerdos al ver las fotos retrospectivas! Aquellos rizos negros se han vuelto, no ya blancos, sino que se han ido y no han vuelto. Y al repasar las fotos, ves que casi una fila entera de la clase ya no está, ya no vendrán a comer con nosotros porque han vuelto al desnacer y allí nos esperan. Hoy quiero brindar, en mi casa, con el agua de mi régimen, por todos ellos, por los presentes y los ausentes, por los amigos de toda la vida, por los de siempre.  

  

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