El Pantano de San Juan

Estoy de finde en el pantano: silencio, árboles, agua, paisajes variopintos de una belleza imponente. Los perros disfrutan corriendo por los pinares; huele a leña quemada, es la naturaleza herida que nos sirve de abrigo  y aviva los ojos, fijos en el fuego.

Vamos, que se está muy bien, en paz  y tranquilidad sin que nadie te mande, sin discusiones, sin más obligación que comprar el pan y el periódico; porque con Mercedes todo es diferente, sosegado, dulce, amoroso.

Así que voy a disfrutar otro poco; ahora vienen mi hija y mi nieta y nos vamos a zampar unas lonchitas de ibérico... Y usted que lo vea.