¡El Cumpleaños Feliz!
El sábado, o sea, anteayer, estuvimos en casa de María María-Tomé y Vicente, su marido, entre El Escorial y Valdemorillo (que te la pillo) celebrando el cumple de su padre, Fernando María-Tomé Fernández Dicenta y Lastra, mi compañero de pupitre desde los diez u once años, en el colegio de los Sagrados Corazones (SSCC) "de Jesús y de María- ¡Ahora y siempre -piii- Franco!", lemas que habíamos de repetir tantas veces como formábamos filas en los patios del cole, es decir tres o cuatro al día. Lo de piii era el pito del cura, con perdón, que dirigía la maniobra.
Pues el cumple fue una auténtica gozada; nos encontramos a toda casi toda la familia, a saber: Fernando y Ana, mi amigo y su mujercísima estupenda; la hermana mayor: Ana María-Tomé, tan guapa y joven como siempre aunque ella se queja de un problemilla de vista, que se va a curar; vino con sus hijos Carlos y Álvaro, simpatiquísimos y guitarristas de tronío ambos. También estaban Juan Carlos y Carmen, los dos pequeños, ésta con su marido, el gran Rafael Chávarri y su hijo Pablo, enorme mezcla de parecido entre los dos. Juan Carlos apareció con una estupenda señorita teutona - he dicho T E U T O N A - guapa, sonriente, tipazo-tipazo, que no hablaba ni una pizca de español pero que lo iluminaba todo con sus ojazos y su sonrisa. Bueno, resulta que Juan Carlos enseña en Alemania español. Ya se sabe que los españoles, desde tiempos del Emperador, hemos estado siempre con un pié en España y otro en la Alemania; por eso decimos que los niños vienen de París, el centro geográfico que pilla justo entre las dos piernas. ¡Cómo canta este Juan Carlos! Hasta se marcó una por Sabina, que parecía algo.
Estaban también los dos hijos de Fernando: Fernando y María, ésta anfitriona guapísima y abnegada de la fiesta, con su niña preciosa, que solo quería estar con los varones: su abuelo, su padre, su tío; que la niña y va eligiendo ya. Las hijas de Fernando Jr, Lucía y Clara, son dos monerías de una belleza singular, desenvueltas y una de ellas preguntaba por un tal Andrés que nadie conocía. ¡Misterios de la mente infantil! También estaba la viuda de Gonzalo María-Tomé, con sus tres vástagos, Gonzalo y dos chicas. Siento no haberme aprendido el nombre de todo el mundo pero mi memoria ya no es la que era. Carlos Pérez-Tabernero, otro de los íntimos de Fernando de toda la vida, estuvo también para recordar nuestros viejos tiempos, las gamberradas que se nos ocurrían y los buenos momentos pasados en común.
De golpe y porrazo apareció por allí un Mariachi mexicano, el de "Leonardo Flores, para servirles" que amenizó buena parte de la tarde. Esta fue una sorpresita que tenía preparada Ana, no sospechada por el cumpleañero. Por cierto, también celebramos los cumples de su hijo Fernando y de su cuñado Rafael. ¡Qué bien! ¡Qué bién! ¡Qué bién! Gracias, muchas gracias a toda la familia por esta fiesta tan agradable, en especial a Vicente y María que nos pusieron su casa. Enorme abrazo para todos.
1 comentario:
Sencillamente genial, muchas gracias por tan emotivo blog que quedará para siempre en el recuerdo de un día inolvidable.
Fernando
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