LOS TONTOS QUE EN EL MUNDO HAN SIDO
(I)
Al principio no había nada; antes del tiempo de los tiempos, mucho antes de empezar la historia, sólo estaba Dios con su corte de ángeles y arcángeles, serafines y querubines y demás dignidades: todos espíritus puros, ajenos a la materia: no tenían cuerpo ni brazos, ni piernas, ni siquiera esas ridículas alitas que se inventaron los pintores; eran únicamente espíritus.
Claro que en la Mente del Padre Eterno ya estaba lo demás: el Universo, el mundo, nosotros, los animales, las plantas; en fin, todo, lo que se dice todo.
Pero al principio, nada de nada; los ya citados acompañantes del Creador. De entre éstos destacaba un espíritu guapete que se llamó LUZBEL o LUCIFER. Era hermoso pero él se creía lo más:
O sea, como José Mª Aznar. Claro, es cuestión de gustos.
Pues haciendo gala de una gran autoestima, convencido de su supuesto poderío, decidió presentar batalla al Todopoderoso con el fin de arrebatarle el Trono de la GLORIA CELESTIAL. Para ello reclutó unos cuantos guapitos de segunda y tercera división, unos angelillos anarcosindicalistas que con Luzbel pretendían derribar el sistema establecido.
Y aquí empieza la historia de los TONTOS QUE EN EL MUNDO HAN SIDO.
Dios puso al mando de sus ejércitos al arcángel San Miguel, que en términos actuales, era el super estratega y contaba con ayudantes de categoría inigualable; como decir, el Cid, el Gran Capitán, el Duque de Alba, Napoleón, Castaños, Álvarez de Castro, Palafox, Montgomery, Rommel, Varela... Es decir un ejército en condiciones, difícilmente derrotable.
Pues Lucifer va y arremete contra este imponente y glorioso ejército. El resultado: ya se sabe: ¡Al infierno!
¡Hala! Y en tanga. Y, por si fuera poco, su belleza se queda en ésto:
¡TONTO, MÁS QUE TONTO!
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