De mujeres III
Siempre digo que los mejores escritores en castellano, o sea español, suelen ser gallegos, desde Gonzalo de Berceo hasta nuestros días, ejemplos: Ramón Mª del Valle Inclán, Gonzalo Torrente Ballester, Camilo Cela Trulock, Joaquín Calvo-Sotelo, por citar algunos próximos, junto a las gallegas anteriormente reseñadas. También son de destacar los escritores andaluces: Bécquer, Hermanos Machado, José Mª Pemán, Álvaro Picardo, Ramón Solís, Antonio Perea (Marqués de Arellano), Mauricio Wiesenthal y este mismo y modesto escribidor llamado Julián Larroca (Chiqui, para familiares y amigos de toda la vida), sin olvidar a Luis Berenguer y Moreno de Guerra, que sin ser andaluz, escribió siempre en Cádiz y desde la pasión de su peculiar lenguaje. Pero sigamos con las damas:
Rosalía de Castro
Nace en Santiago de Compostela a la madrugada del 24 de febrero de 1837, María Rosalía Rita.
Otra gallega, fenomenal escritora en castellano y en gallego. Pasó gran parte de su vida viajando de un lugar a otro tanto por Galicia, como por Simancas, Extremadura, Madrid... Mas no se cansa de escribir y escribir, añorando sus lares de la Galicia madre. Hija de madre soltera, hubo de figurar en los documentos como "hija natural" o "ilegítima" (el padre, un presbítero, no podía reconocerla); es bautizada el mismo día de su nacimiento. Desde muy pequeñita siente inclinación por la poesía y recita ane los mayores cuando así lo solicitan; y escribe:
"Has de cantar,
que che hei de dar zonchos;(*)
has de cantar,
que che hei de dar moitos.
Has de cantar,
meniña gaiteira;
has de cantar,
que me morro de pena"...
(*) castañas
Se casó, en 1858, con Manuel Martínez Murguía, que deja sus estudios de farmacia en Santiago para dedicarse a la literatura y el periodismo. Al año tienen su primera hija: Alejandra y después siguen: Aura; Gala y Ovidio (gemelos); Amara, Adriana y Valentina. Fértil sí que fue doña Rosalía y tenía un gusto notable por los nombres originales, sí señora.
"Airiños, airiños, aires,
airiños da miña terra;
airiños, airiños, aires,
airiños, leváime a ela.
Sin ela vivir non podo,
non podo vivir contenta;
que adonde queira que vaia
cróbome una sombra espesa"
Y es que las gentes de Galicia sienten inmensa saudade da sua terriña. Cuando editan los "Cantares Gallegos", dedica el libro a la novelista Fernán Caballero, en agradecimiento al trato que esta escritora da a su tierra gallega, en sus relatos. Otra gran literata ignorada por los señores de la Academia. La obra de Rosalía: La Flor; El Caballero de las botas azules; Flavio, A mi Madre; EL doctor Lañuela; Follas novas; En las orillas del Sar.
(continuará)