RECUERDOS Qué hermosos son los recuerdos que nos han quedado a través del tiempo. Aunque se dice que el tiempo lo borra todo. Pero ese sería un tiempo malo, destructivo. Yo quisiera borrar ese tiempo que lo borra todo. Porque ahora estoy en mis recuerdos; aquellos que me hicieron feliz, aunque duraran un cortísimo espacio de tiempo, unos segundos, nada más, pero tan intensos, tan bonitos. Nuestro encuentro, Isabel, gracias a nuestra amiga Micky; tu primera frase: "Eres muy guapo pero lo tienes muy creído". Pues sería verdad, pero te enamoraste. Y me quisiste para darme tres hijos maravillosos. La primera mirada a cada uno de mis hijos cuando nacieron. Luego te llegó el desamor. El primer beso, Elena, en El Escorial, delante del Monasterio. Aquella salida, indemnes, de nuestro accidente de automóvil. Y luchaste contra viento y marea por mí. Y yo te quise y tú a también, durante mucho tiempo. Y me diste otros tres hijos. Y luego nos llegó el desamor. A los diez minutos de conocernos, Mer, nos besábamos en el parque, con nuestros perros por testigos. Y ya no quisimos separarnos. Un día, en la comida, teníamos una discusión acalorada: Me dijiste: "Ya ves que no soy una joya" - "Tú sí eres una joya", contesté. Y viniste a abrazarme porque necesitabas que alguien te dijera algo así. Y yo adoré aquellos sueños tuyos, irremediables, antes de la media noche, porque madrugabas mucho y estabas rendida. Pues todavía sigo adorando esos momentos en el recuerdo. Yo no sé Tú pero yo sigo tan enamorado como entonces: pero a mí no me ha llegado el desamor. Y son mis recuerdos, tan míos que han borrado el tiempo, han borrado todos los tiempos.

He tenido, tengo, una tarde/noche algo melancólica y sin quererlo. Ayer, como casi todos los viernes, vino a casa a comer mi hijo Jaime, Jaimecito, 190 cms. de hijo pequeño. Jaime es muy atento y cariñoso, detallista y muy buena gente. Vive con su madre y la ayuda a mantenerse; es trabajador y buen deportista. Ayer intercambiamos regalos de Reyes Magos: me trajo un libro sobre Juan Belmonte ("El Pasmo de Triana"); también él es aficionado. Pues sí, me hallaba atacado de una melancolía añorante de los últimos años con Mercedes. Parece que ésto va a ser irremediable. ¡Y es que soy así! Así que acudí a la caja tonta, por distraerme un rato. LOS PUENTES DE MADISON ¡Toma ya! Al que no quiera chocolate, jícara y media. Preciosa película, tanto que hasta me gusta Meryl Streep. Pero ¡Cómo acabas! Como si estuvieras escuchando una canción de Roberto Carlos y éste viniera acompañado de Aceves Mejía, en sus mejores lloros. De modo que me he dicho: voy a contarlo; porque ésto es de contarse. Y ya me parece estar mejor. Besos. La imagen puede contener: una persona, sonriendo, de pie y exteriorHe tenido, tengo, una tarde/noche algo melancólica y sin quererlo.