Estos vascos  no tienen

Ellos, los vascos, que tanto han presumido de ser los más recios, valientes y cojonudos no ya de España ni de Europa ni del mundo, resulta que son unos acojonados, que se dejan arrebatar la Fiesta de los Toros, a la que tan aficionados han sido... y nadie dice nada. Se han rendido a la dictadura de bildu, filoetarra bildu, renuncian a lo mejor de su Semana Grande, de tan alta tradición taurina, en San Sebastián. La bella Easo ya no será tan bella; empezará a parecerse a esas pedorras de eta, mal peinadas, sucias, de dientes ennegrecidos por el consumo de porros y otras drogas, güarras hasta la saciedad

¡Pobre San Sebastián! ¡Pobre Donostia!

Pronto la Real Sociedad dejará de ser la Real, porque alguno de esos mandatarios filoetarras querrá suprimir otro símbolo de lo español en aquella hermosa tierra de la que todos los españoles, vosotros incluidos, nos sentíamos orgullosos durante tantos años.

Yo os admiraba, donostiarras, por la hermosura de vuestra capital, por la ricura de vuestra cocina, por la nobleza y simpatía de vuestras gentes, por su arrojo, por su cercanía, hasta cierto punto, claro, que allí, los que no éramos de allí, éramos sempiternamente de afuera. Y ahora, desde hoy, os desprecio por cobardes, por tragaros el insulto que bildu os escupe a la cara.

¡No tenéis cojones, donostiarras!