FERMÍN CORROCHANO CASARES
Esta mañana, casi de repente, ha muerto Fermín Corrochano Casares, Arquitecto, Navegante. Un infarto le ha fulminado a traición, por la espalda, porque de frente no se hubiera atrevido la dama blanca (¿A que te habría gustado esto, Fermín?.
Tan sólo ayer, me enviaba un e-mail; casi a diario solía mandar alguno, lleno de chispa, siempre muy en su estilo galaico, con la ironía clásica en los de aquella tierra.
¡Qué faena nos has hecho! Irte así, sin avisar, sin despedirte, como si te hubieras embarcado a una singladura que no podías demorar. Así ha sido y así nos dejas, desorientados, estupefactos, desolados.
Y ahora, que no sé otra manera de hacerte llegar nuestro cariño, me haces llorar y juntar mis lágrimas con las de mis hijos. "¡Mi tío Fermín, qué disgusto! "- ha dicho Cuchi entre sollozos.
Descansa en paz, querido Fermín. Y échanos una mano, allá en tu eternidad, a los que aquí quedamos. Que Dios te bendiga y te acoja a su derecha.
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