UNA NUEVA VIDA
Hoy, mañana, pasado mañana... Cualquiera de los próximos días, vendrá a este mundo una nueva criatura, seguramente muchas, vendrán muchas en los diferentes lugares de España, de Europa, del mundo; pero de entre todas yo espero a una muy especial: la que parece ser un varón, que en sus entrañas lleva mi hija María, la cuarta de mis hijos. Manuel quieren llamarle. Manuel será hijo de Jesús y de María.
Y yo espero con ansiedad al que será cuarto de mis nietos. Si hay cosa alguna que llene de emoción y ternuras indefinibles, es la llegada a tu familia de un niño recién nacido, uno más, que será recibido, como siempre pasa, entre aleluyas, alegrías desbordantes; y éste nos viene como primero de los hijos de María, aquella niña que hace más de treinta años encandilaba a los vecinos de nuestra calle, con sus muecas sus gestos tan expresivos; desde entonces dejé de ser yo mismo para convertirme en "el padre de María".
Viajaba con frecuencia por obligaciones de mi trabajo y cuando volvía, aquella hermosura de niña me recibía con un abrazo apretadísmo y un par de lagrimillas asomando en sus ojazos.
Volviendo a Manuel: ven pronto, quillo, que ya te estamos esperando.
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