De funcionarios y recortes
Primero: Hay funcionarios y funcionarios. Los hay que no pegan clavo, no dan ni golpe, se tocan las bolas, desayunan todo el tiempo y se van a comer cuando les da la gana y además todo el mundo les conoce y se sabe quienes son. Bien está que les rebajen el sueldo, les quiten la paga extra e incluso se les envíe a sus puñeteras casas, por carotas y sinvergüenzas.
Pero hay muchísimos que cumplen con su deber. A estos hay que tenerles respeto, mucho respeto.
Luego están los funcionarios sanitari@s: médic@s, enfermer@s, celadoras y celadores, etc. Pues resulta que a estos profesionales, que pasan la mayor parte de su tiempo dedicados a atender, tratar, curar a los enfermos españoles, también se les ha rebajado su sueldo, se les ha robado la paga extra, se les suprimirá las peonadas y les cobrarán las comidas cuando estén de guardia.
Pero lo que es inaudito es que les van a descontar el IRPF de las extras que no cobren. A eso le llamo yo avaricia recaudatoria, por no decir latrocinio descarado.
Señores del gobierno: se han pasado ustedes siete pueblos. Sé que intentan ustedes ganarle la batalla a la crisis y que han de tomar medidas impopulares para poder llegar con éxito a ello, mas hay métodos para ello que no sean tan injustos como lo que he descrito anteriormente.
Les voy a dar unas cuantas pistas:
Rebajen los sueldos, considerablemente, a los senadores, que deberían desaparecer, los diputados, alcaldes, concejales, presidentes de todos los gobiernos autonómicos, presidente del gobierno central, ministros, consejeros, secretarios de estado, subsecretarios, directores y subdirectores ganerales. Sigan el ejemplo del Rey y del Príncipe, que ya se lo han rebajado y dejen en paz a los profesionales de la sanidad pública que hacen por todos nosotros mucho más que todos ustedes.
Tengo mala suerte con los partidos políticos: UCD se desintegró gracias a unos cuantos zapadores que lo fueron minando; AP tuve que abandonarlo por culpa del señor Aznar que arribó al partido, como el emperador Carlos, rodeado de gente extraña de otras formaciones políticas y llegó a creerse que era Franco; UPyD, el famoso transversal de Pombo, está dominado por un sentido dictatorial del mando y ordeno, con tres o cuatro idiotas a la cabeza y con doña Rosa que debe creerse algo así como la Diana cazadora. Vuelvo a creer en la opción de Rajoy, le sigo, le voto, me recreo en su equipo de gente inteligente y me empiezan a hacer estas cosas. ¡No me jodan! Y espero, lo espero de verdad, que no se les ocurra privatizar la sanidad, porque como lo hagan, entonces les voy a perseguir a patadas en el culo; bueno, a las ministras solamente azotitos.